7:00H – Suena el despertador – ¡arriba y a ducharse! 8:00H – Salir corriendo de casa para dejar al bebé en la guardería e ir corriendo al trabajo. Uff, Metro (gente, olor, calor, mareo…) 9:00H – Trabajo, reunión, nuevos emails en la bandeja de entrada, reunión, otra reunión, más emails en la bandeja de entrada, llamada de un proveedor, duda de un compañero, otra reunión… 13:00H – Comer. 13:30H – Leer algunos emails en diagonal, contestar un par de emails. 14:00H – Nueva reunión de última hora, nuevos emails en bandeja de entrada, comentar unas dudas con compañeros, llamada, más emails… ¡Y otra reunión! 18:00H – Ir corriendo a casa. 19:00H – Hacer la cena, una lavadora, recoger cocina 20:15H Dar de comer al bebé 20:30H – Dormir al bebé. 21:00H- Cenar y un poco de TV. 22:00H – Revisar desde la BlackBerry los correos que no he podido ver hoy en la oficina. 24:00H – ¡Dormir!
¿Os suena? ¿Alguién se ve medianamente reflejado? Quiero compartir con vosotros algunos tips para gestionar mejor el día a día en la oficina y extensible para el hogar:
- Apuntar todo lo que tenemos que hacer en alguna herramienta que podamos compartir en la nube, como por ejemplo Dropbox, Google Drive o Evernote. Yo uso esta última porque tiene aplicación tanto para PC como para Mac, así como plugin de navegador y app para iPhone. Así quedará todo sincronizado estés donde estés.
- Priorizar. A veces es difícil pero lo primero que hay que hacer es lo que más nos cuesta o más tiempo nos llevará porque en cuanto dicha tarea esté terminada, lo demás saldrá más rápido.
- Bloquear tiempo diario para gestionar correos y, si es necesario, busca un lugar tranquilo donde no puedas ser molestado. Si no puedes moverte de tu puesto quizás puedas escuchar música que te ayude a concentrarte.
- Marcar Deadlines según necesites para cumplir los objetivos. La fecha en la que tienes que entregar o finalizar una tarea es tu objetivo. Desde hoy a esta fecha, marca pequeños hitos que puedas ir completando.
- Descansar. No te lleves trabajo a casa o evítalo en la medida de lo posible. Simplemente por salud mental y porque al día siguiente trabajarás mejor.
Espero que estos consejos os sean de utilidad y si tenéis algunos otros que añadir a la lista… ¡Soy todo oidos!